¿Cómo combatir la fatiga en el Camino de Santiago?
Monumento al peregrino (León)
Sea donde sea que empieces el Camino, hay que ser realista, nadie está preparado físicamente para lo que le espera en el Camino de Santiago.
Todos los peregrinos que realizan el Camino de Santiago coinciden en lo mismo: no eres la misma persona cuando empiezas el Camino que cuando lo acabas, para conseguir esta metamorfosis y no abandonar el Camino, debes saber como combatir la posible fatiga que experimentarás en tu trayecto hasta la Catedral de Santiago.
Muchas veces os hemos escrito sobre lo importante que es la hidratación, la comida, nuestros pies en el Camino de Santiago, pero es igual de importante ser consciente de que la fatiga puede aparecer y tienes que saber como lidiar con ella.
A medida que avances en el Camino, te vas a dar cuenta que el cuerpo humano se está adaptando a las condiciones de esta experiencia. La capacidad que tiene el cuerpo humano para adaptarse es sorprendente, notarás que aunque te acuestes muy cansado, a medida que avances, te supondrá menos esfuerzo recargar pilas independientemente de los kilómetros que recorras.
Lo importante de todo esto es que nunca, en ningún momento, debemos llegar al agotamiento, esto hará que la recuperación sea mucho más lenta. Es preferible hacer tramos más cortos, que sobrecargar nuestro cuerpo.
Si en algún momento notas que tus piernas no van a llegar hasta el final de la etapa ¡No te agobies! Respira hondo, siéntate o túmbate bajo la sombra de un árbol o a la orilla de un rio y aplícate pequeños masajes en las piernas, cuando te sientas un poco mejor, levántate y continúa tu camino.
Otro factor muy importante, para recargar energías y combatir así la fatiga, es tomar, independientemente de los kilómetros que realices, agua durante el transcurso de la ruta y una bebida rica en sales minerales a final de cada etapa.
Con estos tres consejos podrás combatir la fatiga en el Camino de forma efectiva ¡Esperamos haberte ayudado!
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