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Autor: Pablo Losadas

El Camino en invierno ¿Sí o no?

Cuando el invierno llega, la cara más dura de la naturaleza se revela y como muchos, nuestro último pensamiento está en realizar una larga peregrinación a través de montañas heladas. Sin embargo, para quienes conocen el Camino de Santiago y han logrado vivir la experiencia de recorrerlo, esta es la mejor temporada para regresar.

La soledad, el silencio, los hermosos paisajes nevados y el poder aprovechar de una manera completamente diferente el Camino de Santiago, es una oportunidad que nos brindan los meses de invierno, y después de leer las 5 razones por las cuales debes animarte a esta aventura ¡No podrás resistirte!

1. Adiós  a las muchedumbres

Si bien es cierto que siempre se debe tener una planificación previa, preparar una peregrinación hacia Santiago de Compostela suele ser un poco más difícil en los meses de verano, por la sencilla razón de que parece ser el mejor momento para muchos.

Al realizarlo en invierno te encontrarás con una reducción bastante considerable de aglomeraciones, por lo cual tendrás mayores oportunidades de conseguir disponibilidad en albergues, tabernas, lugares históricos y en la propia vía.

2. Por sus hermosos paisajes de invierno

Si ya de por sí las múltiples rutas del Camino de Santiago ofrecen un increíble espectáculo visual ¿puedes imaginarlas en invierno? Y es que se trata de una de las actividades que todo aficionado a las caminatas y montañistas deben hacer al menos una vez en la vida durante invierno. Te quedarás asombrado al ver sus impresionantes montañas nevadas.

3. Mayor espacio para meditar

Cada peregrino realiza el Camino de Santiago por motivos diferentes, y muchos de esos motivos pueden ser cumplir una promesa o sencillamente hacer un acto de fe.

Los meses de invierno con su característica soledad en la mayor parte de las rutas, proporciona al peregrino la oportunidad perfecta para la reflexión y la meditación gracias a la poca afluencia de personas, algo que después de todo forma parte de la enriquecedora experiencia.

4. La oportunidad perfecta de probar tu rendimiento físico

Si bien es cierto que existen tramos del Camino de Santiago que suelen ser áridos, con poca agua y escasa sombra para recorrerlos en verano, existen otras cuestas, aldeas y espacios que pueden ser bastante crueles en invierno.

Pero por esta misma razón, se trata del mejor momento para probar tu cuerpo y tu resistencia física. Cuando se realiza la ruta con planificación, la ropa adecuada de invierno y estando bien preparado, podrás sacar de ello muchas más experiencias de lo que piensas.

5. Olvídate de madrugar

Como bien sabes, en los meses de verano esta es una regla general para conseguir puesto en albergues, restaurantes y monumentos. Y no solo eso, para evitar el sol del mediodía que puede llegar a ser muy perjudicial.

En invierno las temperaturas y el sol son mucho más agradables para el montañismo, y con una buena planificación, conocimiento de las rutas, abastecimiento de insumos e información sobre los establecimientos abiertos y cerrados por temporada, esta será una increíble experiencia.

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