Muchas personas deciden disfrutar sus vacaciones realizando la emocionante travesía al Camino de Santiago, y es que es una de las mejores formas para purificarse desde el interior, reflexionar, encontrarse consigo mismo y admirar paisajes dignos de una postal.
Sin embargo, esta emocionante aventura es un poco exigente ya que debes estar en forma para disminuir el impacto que sufren las extremidades inferiores durante el recorrido y así prevenir molestas lesiones.
¿Cuales son las lesiones más comunes en los peregrino?
Aunque se trata de una experiencia inigualable, no está libre de riesgos y es que la caminata requiere un esfuerzo que puede causar lesiones especialmente en las rodillas, pies y tobillos:
- Artritis traumática: se trata de una inflamación que se produce en las extremidades inferiores derivada de descensos prolongados o pronunciados, así como a causa de caminatas largas sin descanso.
- Daños en los meniscos: es posible que sufran desgarros, estos son los encargados de dar estabilidad a las rodillas y distribuir la carga que recibe. Su función es amortiguar el impacto y pueden lesionarse debido a la sobrecarga aplicada durante la caminata.
- Fracturas: estas lesiones son producidas por fuertes movimientos de torsión, caídas, golpes intensos o la sobrecarga que genera caminar tantas horas continuas sin descansar. Las fracturas más frecuentes entre los peregrinos son en los cinco metatarsianos y los tobillos.
- Tendinitis: suelen ser muy comunes en los peregrinos que eligen un calzado inadecuado para hacer el recorrido o por la falta de preparación antes de iniciar la caminata. Por lo general afectan al tendón de Aquiles, rotuliana y la del tendón de cuádriceps causadas por las bajadas intensas.
- Fascitis plantar: aunque su nombre no es muy conocido se trata de una lesión frecuente que ocasiona una inflamación en la planta del pie desde el tobillo hasta el inicio de los dedos. La causa es la carga pesada al caminar durante varios días continuos.
- Esguinces: se puede decir que es la lesión más frecuente de los caminantes, sobre todo en el tobillo y se debe a un mal apoyo del pie sobre el suelo o torcedura durante el recorrido cuando se saltan rocas o se atraviesa un camino con desnivel.
¿Cómo prevenir las lesiones del peregrino?
- Entrena tu cuerpo con caminatas diarias en distintos terrenos con subidas, bajadas y deslaves para adaptarte al esfuerzo que realizarás.
- Elige calzado adecuado, justo del tamaño de tu pie y que sujete muy bien el tobillo como las botas de montaña.
- Lleva contigo plantillas que se ajusten a tu pie, ellas ayudan a soportar los distintos terrenos del camino.
- Utiliza calcetines sin costura y de algodón
- Tu mochila debe ser cómoda, fácil de llevar y que no supere el 10% de tu peso corporal.
- Realiza calentamientos antes de iniciar cada etapa y masajes al finalizarlas.
- Mantente hidratado y no te olvides de descansar.
Ahora que ya conoces las lesiones del peregrino y como prevenirlas tu recorrido será mucho más placentero.
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