Preparación física en el Camino de Santiago
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Está claro que la preparación física es indispensable para afrontar a pie un reto como el Camino Francés o cualquier tramo jacobeo. Esta recomendación aplica para quienes son más sedentarios y quieren encarar esta peregrinación por primera vez, y aquellos dispuestos a prepararse bien para las exigencias de cada etapa.
Aspectos relevantes de la preparación física para el Camino
Empezando por el sentido común, los trayectos generalmente están divididos en fases de 20 a 30 km y variando en la dificultad del terreno según la época del año. Los expertos recomiendan que te prepares 2 meses antes, sobre todo si no haces ejercicio con regularidad, debes estar atento a cualquier condición médica que necesite revisión.
Si por ahora nos enfocamos en la parte física, el proceso podría ser de la siguiente forma:
- 2 o 3 paseos cada semana para acostumbrarte a la actividad y con una progresión en la dificultad en función de la fecha de salida.
- Caminatas diarias 2 semanas antes de la partida, utilizando la mochila (con peso) que piensas llevar y tratando de hacer recorridos en terrenos irregulares para simular las condiciones.
- Para evitar lesiones, lo más recomendable es hacer estiramientos antes y después de la actividad programada.
Como ves, tienes una idea general sobre la preparación física para estar a punto para hacer el Camino, evitar posibles esguinces y controlar la aparición de las temidas ampollas. Claro, esto va de la mano con otros elementos.
Equipación y otros tips para el Camino Francés
En cuanto a la nutrición, lo más aconsejable es que lleves una dieta equilibrada, evitando los excesos de alcohol, tabaco y comidas abundantes. Lo ideal es acostumbrarse a comer varias veces al día en pequeñas cantidades y haciendo paradas cortas.
La preparación física para las rutas xacobeas requieren de una mochila ligera y simétrica (10 a 15 kg), calzado confortable (trekking o deportivas) y buen cuidado de los pies. Estas son las condiciones mínimas que necesitas para disfrutar mejor la experiencia.
Una vez que empieces la peregrinación, procura hidratarte bien, dormir 7 a 8 horas entre trayectos y aplicar frío a tus pies antes de acostarte.
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