La leyenda sobre la Santa Compaña
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Galicia conserva un misticismo especial, sus leyendas compartidas a través de los años hacen volar la imaginación de los que deciden escuchar sus mágicos relatos. Hay leyendas gallegas para todos los gustos, de aventura, de religión, de comedia y románticos, pero existe una terrorífica narrativa que se ha convertido en la favorita y la más popular entre sus habitantes. Se trata de la Santa Compaña, una historia celta que habla de una procesión fantasmal muy particular.
Quédate con nosotros para descubrir los detalles de esta famosa y conocida leyenda.
¿De qué se trata la Santa Compaña?
Es una procesión de espíritus que aparecen a partir de las doce de la medianoche, vagando por los bosques, caminos solitarios, parroquias y pueblos para anunciar la muerte de alguien que habita por estos lares. Esta misma leyenda también es conocida en Asturias donde se le asignó el nombre la Güestia y en otras zonas, como por ejemplo León, donde se le llama Estantigua.
Las almas que visitan a los desafortunados aparecen como una niebla, vestidas con fantasmales túnicas negras y sin calzado. Cada una lleva en sus manos una vela encendida que deja un olor característico en el ambiente. Testigos de la procesión comentan que se siente un frío penetrante y se escucha a lo lejos el sonido de arrastre de pesadas cadenas en el suelo.
La cruz del condenado
La espeluznante marcha va liderada por un mortal condenado a esta función noche tras noche hasta su muerte o hasta que entregue su cruz a alguien que lo releve de su pena, su delgado y pálido cuerpo no estará consciente de los actos cometidos durante la noche. Este castigo será diario y sin descanso. Las condiciones de salud irán desmejorando sin causa aparente. El paso de la procesión estará coordinado con los rezos de un rosario, cánticos fúnebres y el sonar de una pequeña campana.
La intuición de los animales y otras personas conectadas a la espiritualidad perciben la presencia de la Santa Compaña, aceptando que la aparición de estas almas en pena solo trae malas noticias. Los espectros se manifiestan para reclamar el alma de alguien que pronto fallecerá o para sancionar a los vivos por los errores cometidos, sometiéndolos a divagar junto a ellos con una cruz a cuestas. Las noches más propensas a su avistamiento son las del 23 al 24 de junio y la del 31 de octubre al 1 de noviembre.
Los peregrinos que visitan el Camino de Santiago seguro escucharán esta leyenda durante su travesía y conocerán de cerca los cruceiros de protección contra las ánimas de la Santa Compaña.
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